17 de enero de 2013

MALI, ¿actuar o dejar hacer?




La intervención de Francia en el conflicto que se vive en Malí ha desatado todo tipo de comentarios y reacciones de la comunidad internacional, uniéndose en contra de esta intervención aquellos que sistemáticamente atacan a todo lo que pueda ser defender la seguridad de Europa, y defienden a capa y espada a grupos terroristas y gobiernos que los amparan.
Sin intención de pretender sentar cátedra ni con ambición de doctorarme como profeta o especialista en política internacional, daremos algunas claves de este conflicto que tan de cerca nos acecha.

 
Para empezar creo que hay que retratar la zona e intervinientes
MALI: Estado de Africa Occidental, séptimo país más extenso de África, limita al norte con Argelia al este con Niger, al oeste con Mauritania y Senegal, al sur con Costa de Marfil, Guinea y Burkina Faso. Su tamaño es de 1.240.000 km² y su población estimada es de alrededor de 12.000.000 de habitantes. Su capital es Bamako.
Fue controlada por Francia y en 1.959 obtuvo su independencia junto con Senegal, la mayoría de su población vive de la agricultura.
Durante sus primeros años se suceden varios golpes de Estado, unos fallidos y otros no, en 1.991 tras uno de ellos se democratiza el país. 
En 2012 otro golpe de Estado se produce alegando que el gobierno lo lucha contra los tuareg, grupos independentistas del norte de Malí, aprovechando esas fechas y el vacío de poder los tuareg, en unión de un grupo islamista decreta la creación de un estado islámico con la Sharia como fuente principal de derecho.
La creación de este "estado" origina la aparición en la zona de grupos pertenecientes al salafismo y al grupo Al qaeda.
SALAFISMO: El termino proviene de "salaf", dominación que tienen Mahona y sus mas directos seguidores. Los salafistas interpretan que el declive del Islam se debe al abandono de la "fe original" rechazan la intervenciones humanas en la interpretación de las escrituras y están en contra de la laicidad y la democracia que perturban la ley divina.
SALAFISMO YIHADISTA: Esta corriente del salafismo rechaza limitar la acción religiosa a la predicación y hace de la yihad el centro de su actividad. Los salafistas de esta tendencia son favorables al combate armado con el fin de liberar los países musulmanes de toda ocupación extranjera. Se oponen igualmente a la mayor parte de regímenes de los países musulmanes, que ellos juzgan como impíos, en los que pretenden instaurar un estado verdaderamente islámico; apoyan una estrategia revolucionaria y violenta que pretende derrocar a los Estados de los países musulmanes para instaurar un estado islámico por la fuerza.
AL QAEDA: Poco que no se sepa, grupo terrorista de corriente yihadista, fundada en los años 70, aumento su poder con el conflicto de Afganistan, la guerra de los balcanes, el apoyo a los talibanes, la guerra del golfo.... todos estos escenarios fueron caldo de cultivo para convencer a muchos islamitas moderados de la necesidad de comenzar a "reconquistar" los territorios que, según ellos, las democracias occidentales habían robado al Islam más puro y clásico. 
Al Qaeda se vio obligada al abandono de su centro logístico, Irak, donde gozaba de la protección del Estado derrocado, se traslado a Pakistán, Yemen.. actuó como detonante o ayudó al levantamiento de la "primavera árabe" con la intención de promover una revolución en Oriente Medio que diese lugar a la creación de estados teocráticos al estilo de Irán, y ahora traslada su centro de operaciones a un estado fallido, cerca de Occidente, y que por su magnitud y poco control de las autoridades le permite actuar con total impunidad.
El peligro que corre Europa, Occidente o los países democráticos es la intención de Al Qaeda de promover el advenimiento del Islam tradicional; en primer lugar derrocando a los gobiernos árabes colaboradores con Occidente o que no propongan la sharia como fuente del derecho, y en segundo lugar atacando y re-conquistando aquellos lugares que entiende que son, históricamente, de su pertenencia, tal es el caso de Al-Andalus.
Permitir que Al Qaeda gobierne el escenario de Malí, que se haga fuerte en sus fronteras solo puede llevar a problemas a Europa. A poco más de 1.000 km de España se asentaría un grupo terrorista con gran predicamento en el mundo árabe, desde allí podría entrenar, adiestrar y adoctrinar fieles en su causa, podría atacar a Israel, Egipto, Arabia Saudi, Jordania... y países favorables en entendimiento con Europa; pero además podría golpear a las democracias europeas con impunidad.
Francia ha visto el problema y ha actuado... en España aún hay quien, sin saber que esta pasando, critican esa actuación, todo sea por llevar la contraria y parecer más progre y moderno, a ver si dentro de una semanas siguen defendiendo la no intervención.

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