Magnífico artículo del genial Antonio Burgos donde explica el porqué de esa fiebre por sacar a la calle banderas aconstitucionales.
Cada vez que hablan de tontos, especie hispánica sin riesgo alguno de extinción, echo de menos a Jaime Campmany, autoridad mundial en Estultología o Ciencia de los Tontos, quien convalidó mi aportación del Tonto con Balcones a la Calle. Campmany profundizó en la conexa Estulticiología o Estultología Aplicada, que es a la Estultología como la Sociometría a la Sociología: la ciencia de clasificar tontos, observar su comportamiento, calcular el ITC (Índice de Tontos Contemporáneos) y el PIT (Producción Interior de Tontos). Ido Campmany, tengo por mi maestro en Estultología al embajador José Cuenca Anaya, quien sirvió al Reino de España en destinos tan decisivos como el Moscú de Gorbachov o el Palacio de Santa Cruz en tiempos de integración en la OTAN y en Europa. Cuenca es dueño de un bien escaso y valiosísimo: una prosa clásica, bien armada, asentada en Cervantes, con paladar de campo y pueblo, escopeta y perdiz. Perfecta. Quien quiera saborearla, lea sus libros «Sierras, perdices y olivares», «La Sierra caliente» o los recientes relatos de «La noche de bodas».