De un tiempo a esta parte, con la llegada de la pre-campaña electoral y la designación de Alfredo Pérez R. como candidato a la Presidencia del Gobierno por parte del Psoe, se escuchan propuestas por parte del candidato que resultan, cuando menos, curiosas.
Obviemos el hecho de que el Sr. Rubalcaba ha sido miembro de los sucesivos gobiernos del Sr. Rodríguez que han originado - no cabe duda que ayudados por una crisis internacional - que España esté por lo suelos, si bien es verdad que, de haberse tomado medidas eficientes en su momento los efectos de la crisis hubiesen sido mas livianos para al país.
Lo que me sorprende son las nuevas iniciativas que el Candidato piensa poner en marcha una vez, Dios no lo quiera, consiga sentarse en el sillón presidencial; no soy un economista de altura, ni tan siquiera un aprendiz de politólogo, solo alguien que lee con asiduidad la prensa y se considera "algo" informado del momento; por ello creo que Rubalcaba se equivoca en sus propuestas.
En primer lugar el Sr. Rubalcaba está ansioso por reducir la brecha entre ingresos y gastos en las cuentas pública, loable iniciativa, todos los candidatos deberían ponerse ese como primer objetivo en su programa electoral; pero distingamos dos conceptos que a menudo se confunden, el Déficit Público y la Deuda Pública, cada cual viene originado por unos motivos concretos y precisan de actuaciones diferentes.
DÉFICIT.- diferencia entre ingresos y gastos, meramente es la cantidad resultante de restar a lo que el Estado recauda aquellos fondos que el Estado gasta.
También aquí será preciso distinguir, a grosso modo, entre gasto ( gasto corriente generálmente, en el cual incluimos sueldos, fotocopias, gasolina. ) e Inversión ( aquellas partidas destinadas a aumentar infraestructuras, por ejemplo ), normalmente el gasto es anual, se computa año a año mientras la inversión tiene una periodicidad multi-anual.
DEUDA.- para el pago del déficit el Estado se endeuda con agentes externos, bancos e inversores, estos ofrecen dinero al Estado a cambio de futuros compromisos de pago.
Para reducir la Deuda Pública lo primero que habría que hacer, es obvio, es reducir el Déficit, sin una reducción efectiva del déficit el Estado seguiría precisando capitales ajenos, con lo cual la deuda continuaría aumentando.
Aquí es donde estriba el gran "problema" del Sr. Rubalcaba, en la forma de reducir el déficit estatal.
Es sabido que podemos reducir la brecha de dos formas, aumentando ingresos o reduciendo gastos; puede parece que las dos formulas nos llevan al mismo lugar, pero cada una origina efectos diametrálmente opuestos.
En la forma elegida por el candidato del Psoe la reducción de gastos es pequeña, se tiende mas a la subida de impuestos para compensar, pero esto origina un doble conflicto; por un lado estaremos disminuyendo la renta disponible con lo cual habrá menos dinero para gastar con lo que se puede producir un estancamiento de la producción, un aumento del desempleo y esto puede llegar a una reducción de los ingresos, aun con el aumento de impuestos.
Además hay que considerar la presión fiscal, si unimos un 6.4 % de SS, un 10 % de IRPF, un 18 % de IVA como usuario final, más impuestos indirectos como carburante, alcohol, tabaco, tasas.... nos daremos cuenta que el español aporta a las arcas publicas por encima del 38 %.
Por estos motivos la formula del aumento de impuestos solo generaría fondos a corto plazo, no asegurándolos en el tiempo, pues la reducción de consumo llevaría a una disminución progresiva de empleo y una drástica bajada de ingresos en las arcas públicas, al tiempo que obligaría a aumentar el gasto en, por ejemplo, prestaciones po desempleo.
El otro método de reducción de déficit es disminuyendo el gasto de las Administraciones, gasto corriente o superfluo, gasto en mano de obra, coches oficiales, duplicación de organismos....
Con esta formula podremos prescindir de la subida de impuestos, incluso a medio plazo estos podrían disminuir, se aumentaría la renta disponible en el mercado lo que llevaría aparejada una subida del consumo interno, un aumento de la producción, del empleo... y esto indirectamente generaría una nueva disminución de déficit por una doble vía, ahorraríamos pagos por desempleo y aumentaríamos la recaudación, tanto en impuestos directos como indirectos.
Con este simple análisis resulta complejo entender porque el grupo socialista se empeña en querer reducir el déficit con medidas que, a corto plazo lo disminuyen pero que, a medio plazo tienen un perverso efecto sobre la producción, el consumo y el empleo.
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