27 de agosto de 2011

VERTIGO

Confieso que cuando a la empresa donde yo trabajaba  llegó el primer ordenador, nada de pc´s, ordenador como Dios manda, con su tamaño de frigorífico y sus monitores de culo ancho y pantallas negras, aquello me sonó como algo no muy práctico, tener que recordar mil contraseñas, pantallas, mandatos en MSDOS no era precisamente la mejor forma de hacer atractiva aquella nueva herramienta que, en principio, relentizaba más que aceleraba el trabajo.
Con el Sr. Gates nos llegó Windows, una ventana que nos hizo a muchos progresar rápidamente en el nuevo mundo de la ofimática, llegando al día de hoy a no encontrar a casi nadie que no sepa usar un ratón, un pc y no sepa que es Word, Blogger o Facebook.
Cuando ya parecía que dominabas el tinglado, unos cuantos preparaban el menú para que los profanos diésemos buena cuenta de el, nos llegó la sorpresa de la WEB 2.0, ahora no hacía falta ser profesional de la programación, ahora lo que nos ofrecían era poder elaborar nosotros aquello que antes nos venia dado, nos propusieron aprender a cocinar y además probar la comida y repartirla entre, en principio amigos, y luego entre todos, aunque no supieses realmente quienes eran "los demás".
Sorprendente fue la aparición de las redes sociales y de los bloggers, wikis y demás programas que nos convertían en hacedores de la red, nos hacían dueños de lo que circulaba por ella; hubo que correr para ponerse el día y muchos empezaron a cogerle el gusto a la "erótica" del teclado, entendiendo por ello, gusto a escribir y que a uno lo leyeran, era como editar tu propio periódico, escribir tu propio libro, ser el protagonista de la novela.
Cuando comencé en las redes sociales y los blogs, yo también sucumbí al encanto de ser leído, siempre pensé que aquello que escribiese sería algo medio interesante para mis allegados, familia, amigos.. pero la cosa se complicó, conforme avanzaban los días comprobaba que no solo ellos leian o podían leer mis escritos. Aluciné el primer día que comprobé que un escrito mio era contestado por alguien que vivía.... en Nueva Zelanda; " jo, pensé, ¿ a alguien de NZ le puede interesar lo que escribo en ratos libres desde mi casa ? ", pues parece que si, pero no solo de NZ, Bélgica, Canadá, Ecuador....
Supongo que a todos nos pasa, todos los que nos arriesgamos a exponer nuestras ideas en la red corremos el riesgo de que se nos lea desde cualquier parte del mundo; eso, en ocasiones provoca vértigo, comprobar que esto que escribo desde casa es leído por cientos de personas que no saben ni quien soy, que nunca llegarán a conocerme, en ocasiones me produce miedo; ni que decir que aquellos que me triplican o cuadruplican en lectores deben de sentir un miedo exponencial.
Debemos ser conscientes de que la red ya no es algo limitado o limitable, la expansión de las conexiones, la incursión de la telefonía móvil, la innegable curiosidad... han hecho de la red algo inabarcable, y origina que en cualquier parte del mundo haya alguien con ganas, interés o curiosidad de leer lo que para ti son solo " simples opiniones que quieres plasmar y recordar ".
Tengamos cuidado, nunca sabemos quien o con que intenciones nos esta leyendo.

22 de agosto de 2011

Premios ig nobel..

  • Cada año se entregan los premios ig nobel, o algo así como los anti-nobel, se dan a las cosas mas extravagantes, esta es la lista del año en curso... manda narices en lo que se gasta el dinero de las investigaciones.


  • Ingeniería: Karina Acevedo-Whitehouse y Agnes Rocha-Gosselin de la Zoological Society de Londres, y Diane Gendron del Instituto Politecnico Nacional, Baja California Sur, México, por perfeccionar un método para recoger mocos de las ballenas mediante un helicóptero de radio control.

  • Medicina: Simon Rietveld de la Universidad de Amsterdam, y Ilja van Beest de la Tilburg University, por descubrir que los síntomas del asma pueden ser tratados con una vuelta en una montaña rusa.

  • Transporte: Toshiyuki Nakagaki, Atsushi Tero, Seiji Takagi, Tetsu Saigusa, Kentaro Ito, Kenji Yumiki, Ryo Kobayashi de Japón, y Dan Bebber, Mark Fricker del Reino Unido, por usar el moho del lodo para determinar las rutas óptimas para tender railes de tren.

  • Física: Lianne Parkin, Sheila Williams, y Patricia Priest de la Universidad de Otago, Nueva Zelanda, por demostrar que la gente se cae menos si en el invierno la gente anda con los calcetines por fuera de los zapatos por caminos congelados.

  • Paz: Richard Stephens, John Atkins, y Andrew Kingston de la Universidad de Keele, Reino Unido, por confirmar que en efecto soltar tacos alivia el dolor.

  • Salud pública: Manuel Barbeito, Charles Mathews, y Larry Taylor de la Oficina de Seguridad y Salud Industrial de Fort Detrick, Maryland, Estados Unidos, por determinar experimentalmente que los microbios tienden a pegarse a los científicos con barba.

  • Economía: Los ejecutivos y directores de Goldman Sachs, AIG, Lehman Brothers, Bear Stearns, Merrill Lynch, y Magnetar por crear y promover nuevas formas de invertir dinero que maximizan las ganancias y minimizan los riesgos para la economía mundial, o al menos para parte de ella.

  • Química: Eric Adams del MIT, Scott Socolofsky de la Universidad A&M de Texas, Stephen Masutani de la Universidad de Hawaii, y British Petroleum, por demostrarnos que estábamos equivocados al creer que el agua y el petróleo no se mezclan.

  • Gestión de empresas: Alessandro Pluchino, Andrea Rapisarda, y Cesare Garofalo de la Universidad de Catania, Italia, por demostrar matemáticamente que las organizaciones serían más eficaces si ascendieran a sus miembros al azar.

  • Biología: Libiao Zhang, Min Tan, Guangjian Zhu, Jianping Ye, Tiyu Hong, Shanyi Zhou, y Shuyi Zhang de China, y Gareth Jones de la Universidad de Bristol, por documentar científicamente la felación en los murciélagos de la fruta.

  • Como dicen los organizadores, premian aquellos logros que hacen que la gente primero se ría, y luego piense. Los premios quieren celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo, y estimular el interés del público en la ciencia, medicina y tecnología.

    21 de agosto de 2011

    Discurso Benedicto XVI ante profesores (19/8/2011)


    ENCUENTRO CON PROFESORES UNIVERSITARIOS JÓVENES

    DISCURSO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
    Basílica de San Lorenzo de El Escorial
    Viernes 19 de agosto de 2011


    Señor Cardenal Arzobispo de Madrid,
    Queridos Hermanos en el Episcopado,
    Queridos Padres Agustinos,
    Queridos Profesores y Profesoras,
    Distinguidas Autoridades,
    Amigos todos


    Esperaba con ilusión este encuentro con vosotros, jóvenes profesores de las universidades españolas, que prestáis una espléndida colaboración en la difusión de la verdad, en circunstancias no siempre fáciles. Os saludo cordialmente y agradezco las amables palabras de bienvenida, así como la música interpretada, que ha resonado de forma maravillosa en este monasterio de gran belleza artística, testimonio elocuente durante siglos de una vida de oración y estudio. En este emblemático lugar, razón y fe se han fundido armónicamente en la austera piedra para modelar uno de los monumentos más renombrados de España.
    Saludo también con particular afecto a aquellos que en estos días habéis participado en Ávila en el Congreso Mundial de Universidades Católicas, bajo el lema: “Identidad y misión de la Universidad Católica”.
    Al estar entre vosotros, me vienen a la mente mis primeros pasos como profesor en la Universidad de Bonn. Cuando todavía se apreciaban las heridas de la guerra y eran muchas las carencias materiales, todo lo suplía la ilusión por una actividad apasionante, el trato con colegas de las diversas disciplinas y el deseo de responder a las inquietudes últimas y fundamentales de los alumnos. Esta “universitas” que entonces viví, de profesores y estudiantes que buscan juntos la verdad en todos los saberes, o como diría Alfonso X el Sabio, ese “ayuntamiento de maestros y escolares con voluntad y entendimiento de aprender los saberes” (Siete Partidas, partida II, tít. XXXI), clarifica el sentido y hasta la definición de la Universidad.
    En el lema de la presente Jornada Mundial de la Juventud: “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (cf. Col 2, 7), podéis también encontrar luz para comprender mejor vuestro ser y quehacer. En este sentido, y como ya escribí en el Mensaje a los jóvenes como preparación para estos días, los términos “arraigados, edificados y firmes” apuntan a fundamentos sólidos para la vida (cf. n. 2).
    Pero, ¿dónde encontrarán los jóvenes esos puntos de referencia en una sociedad quebradiza e inestable? A veces se piensa que la misión de un profesor universitario sea hoy exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento. También se dice que lo único que se debe privilegiar en la presente coyuntura es la mera capacitación técnica. Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la Universidad, y que la vivís ahora como docentes, sentís sin duda el anhelo de algo más elevadoque corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre. Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de Universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano.
    En efecto, la Universidad ha sido, y está llamada a ser siempre, la casa donde se busca la verdad propia de la persona humana. Por ello, no es casualidad que fuera la Iglesia quien promoviera la institución universitaria, pues la fe cristiana nos habla de Cristo como el Logos por quien todo fue hecho (cf. Jn 1,3), y del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios. Esta buena noticia descubre una racionalidad en todo lo creado y contempla al hombre como una criatura que participa y puede llegar a reconocer esa racionalidad. La Universidad encarna, pues, un ideal que no debe desvirtuarse ni por ideologías cerradas al diálogo racional, ni por servilismos a una lógica utilitarista de simple mercado, que ve al hombre como mero consumidor.
    He ahí vuestra importante y vital misión. Sois vosotros quienes tenéis el honor y la responsabilidad de transmitir ese ideal universitario: un ideal que habéis recibido de vuestros mayores, muchos de ellos humildes seguidores del Evangelio y que en cuanto tales se han convertido en gigantes del espíritu. Debemos sentirnos sus continuadores en una historia bien distinta de la suya, pero en la que las cuestiones esenciales del ser humano siguen reclamando nuestra atención e impulsándonos hacia adelante. Con ellos nos sentimos unidos a esa cadena de hombres y mujeres que se han entregado a proponer y acreditar la fe ante la inteligencia de los hombres. Y el modo de hacerlo no solo es enseñarlo, sino vivirlo, encarnarlo, como también el Logos se encarnó para poner su morada entre nosotros. En este sentido, los jóvenes necesitan auténticos maestros; personas abiertas a la verdad total en las diferentes ramas del saber, sabiendo escuchar y viviendo en su propio interior ese diálogo interdisciplinar; personas convencidas, sobre todo, de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad. La juventud es tiempo privilegiado para la búsqueda y el encuentro con la verdad. Como ya dijo Platón: “Busca la verdad mientras eres joven, pues si no lo haces, después se te escapará de entre las manos” (Parménides, 135d). Esta alta aspiración es la más valiosa que podéis transmitir personal y vitalmente a vuestros estudiantes, y no simplemente unas técnicas instrumentales y anónimas, o unos datos fríos, usados sólo funcionalmente.
    Por tanto, os animo encarecidamente a no perder nunca dicha sensibilidad e ilusión por la verdad; a no olvidar que la enseñanza no es una escueta comunicación de contenidos, sino una formación de jóvenes a quienes habéis de comprender y querer, en quienes debéis suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo y ese afán de superación. Sed para ellos estímulo y fortaleza.
    Para esto, es preciso tener en cuenta, en primer lugar, que el camino hacia la verdad completa compromete también al ser humano por entero: es un camino de la inteligencia y del amor, de la razón y de la fe. No podemos avanzar en el conocimiento de algo si no nos mueve el amor; ni tampoco amar algo en lo que no vemos racionalidad: pues “no existe la inteligencia y después el amor: existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor” (Caritas in veritate, n. 30). Si verdad y bien están unidos, también lo están conocimiento y amor. De esta unidad deriva la coherencia de vida y pensamiento, la ejemplaridad que se exige a todo buen educador.
    En segundo lugar, hay que considerar que la verdad misma siempre va a estar más allá de nuestro alcance. Podemos buscarla y acercarnos a ella, pero no podemos poseerla del todo: más bien, es ella la que nos posee a nosotros y la que nos motiva. En el ejercicio intelectual y docente, la humildad es asimismo una virtud indispensable, que protege de la vanidad que cierra el acceso a la verdad. No debemos atraer a los estudiantes a nosotros mismos, sino encaminarlos hacia esa verdad que todos buscamos. A esto os ayudará el Señor, que os propone ser sencillos y eficaces como la sal, o como la lámpara, que da luz sin hacer ruido (cf. Mt 5,13-15).
    Todo esto nos invita a volver siempre la mirada a Cristo, en cuyo rostro resplandece la Verdad que nos ilumina, pero que también es el Camino que lleva a la plenitud perdurable, siendo Caminante junto a nosotros y sosteniéndonos con su amor. Arraigados en Él, seréis buenos guías de nuestros jóvenes. Con esa esperanza, os pongo bajo el amparo de la Virgen María, Trono de la Sabiduría, para que Ella os haga colaboradores de su Hijo con una vida colmada de sentido para vosotros mismos y fecunda en frutos, tanto de conocimiento como de fe, para vuestros alumnos. Muchas gracias.

    18 de agosto de 2011

    JMJ 2011

    Está al cabo de la calle la polémica surgida a raíz del viaje de S.S. Benedicto XVI a España en las próximas fechas, poco menos parece que viene a visitarnos un sátrapa y que nos robará hasta los cubiertos de la vajilla de plata de la abuela, de tan feroces que braman algunas gargantas.
    España es, constitucionalmente, un país "aconfesional", es decir, el Estado como institución no tiene, o no debe tener, afectos o desafectos por ninguna creencia religiosa, debe permanecer al margen; tras los lúgubres años de la dictadura, en los cuales el Estado se apoyaba en la jerarquía de la Iglesia, que no en la propia Iglesia, para mantener su status, no fue mala idea hacer que legalmente el Estado se separase del poder fáctico que la Iglesia representa.
    Pero de la aconfesionalidad al ateísmo hay bastante, no se puede pedir hoy que España, poblada mayoritáriamente por católicos - esto es una verdad irrefutable - practicantes o no, de la espalda a una realidad social que nos representa y que ha formado parte del acervo cultural español desde siglos pretéritos; pretender que el Gobierno plante cara a un Jefe de Estado y le prohiba la visita es tanto como si un grupo de racistas pide la no visita de Obama en base a que es de color.
    La gran polémica surge con el enorme gasto que supondrá la visita, y se indica, con cierto sarcasmo, que ese dinero se destine en paliar el hambre en África, muy digno propósito, no cabe duda, pero que poco tiene que ver con los motivos reales del rechazo a la visita Papal.
    En principio la mayoría de ese gasto es asumido por la propia Conferencia Episcopal, a través de colectas y de cuotas que pagan los participantes; el Estado solo se hace cargo de los gastos de seguridad, estancia y acomodo del Ilustre visitante, vamos, como hace con cualquier Jefe de Estado que a España viene en visita oficial o privada.
    Pedir que ese dinero se destine al cuerno de África es no saber, o no querer saber ( que tanto monta, monta tanto ), que allá, donde miles de personas mueren de hambre, los propios guerreros del Islam son los que prohiben la llegada de alimentos. A Al quaeda o otros grupúsculos les interesa un pueblo subyugado e inculto para poder seguir manipulando a sus pueblos en su vano afán por la conquista de occidente.
    Lo que parece no recordar muchas voces contrarias al viaje Papal, es que la Iglesia Española, y la Universal por añadidura, destina miles de millones a paliar la necesidad de muchísimas familias; olvidan que la Iglesia a través de Cáritas, de la Pastoral Penitenciaria, de la Pastoral Juvenil...etc, etc.. dedica mucho tiempo, esfuerzo y dinero a ayudar al mas necesitado ( mientras nuestros políticos lo destinan a otros menesteres menos humanitarios ).
    Lo que de verdad espanta en este "circo" que algunos pretenden montar a costa de la JMJ es la distinta vara de medir que se tiene en España; se reunen 30 personas ante una plaza de toros pidiendo que se supriman las corridas es eso es " la voz del pueblo ", 3.000 personas se reunan en Sol, se llaman "movimiento 15-M" y son " la voz del pueblo ", 5000 manifestantes anti Papa son " la voz del pueblo ", pero 2.000.000 de personas, DOS MILLONES, con 6 CEROS se reunen en torno a Benedicto XVI y no son nada, bueno, si, son la diana de aquellos que pretenden que quien no piense como ellos pase por la hoguera...
    A muchos de los que hoy protestan les valdría mas vender su TV de plasma, su mini cadena de música, su portátil, su móvil 3G, suprimir si conexión de banda ancha... y mandar ese dinero a África, al menos entonces podrían protestar con razón.
    El día que vea protestar con igual intensidad del costo que supone para el país la kale borroca, el vandalismo de los ultras deportivos, las manifestaciones de los trabajadores de astilleros o simplemente, que se critique el coste del dispositivo policial de la manifestación anti-Papa de hoy mismo, creeré que al menos, los que protestan son coherentes.