EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL, profesor de Dirección Financiera.
El Tesoro de España emite deuda (pide prestado) de forma regular y con un calendario conocido con antelación, en lo que se llama mercado primario. A él acuden inversores institucionales (bancos, fondos de inversión, de pensiones, etc.) que compran los bonos, es decir prestan, y los mantienen a vencimiento como una inversión a largo plazo. Estos inversores son los que realmente prestan dinero al Tesoro. España pide prestado unos 60.000-80.000 millones al año en emisiones netas, o diferencia entre la deuda que pides y la que vence (es decir nueva deuda que pides, además de la que ya tenías).
En el mercado secundario de deuda se venden y se compran los bonos que ya están en circulación. En este mercado actúan los traders: hedge funds, pension funds internacionales, bancos españoles y extranjeros, etc. Los traders se dedican a comprar los bonos hoy para venderlos mañana o en unos minutos. No los compran para quedárselos a largo plazo. En este mercado se compran bonos con vencimientos de 2 a 30 años, pero la mayoría de la negociación (más del 50%) se centra en el bono a 10 años. Los traders no prestan ni un duro al Tesoro español, sólo compran y venden.
Cuando hay presión vendedora de bonos, el precio del bono cae y la rentabilidad que piden los compradores sube. Eso hace que la prima de riesgo suba. Una prima de riesgo subiendo provoca miedo y otros inversores y/o traders se apuntan a vender y así entramos en el círculo vicioso de una prima de riesgo cada vez más alta. Para colmo, está permitido el vender bonos que no tienes (venta a crédito o posición corta) con lo que la presión vendedora puede llegar a ser enorme, en plan estampida imparable que se lleva todo por delante.
Cuando se dice “los inversores desconfían de España y piden rentabilidades más altas para prestar”, habitualmente no es cierto. Sí lo es en el mercado secundario y por parte de los traders. Pero ya hemos visto que los traders no prestan nada. Sólo compran y venden. Sí es cierta la expresión “los mercados, es decir los traders, desconfían de España”.
Lo malo de este mercado secundario no es sólo que introduce mucho miedo en la economía real. Lo malo es que induce también al mercado primario. Si los tipos en el secundario están al 7%, los inversores que realmente prestan pedirán algo próximo al 7%, pues pueden comprar bonos en el mercado secundario en lugar del primario y obtener una rentabilidad al 7%.
El volumen negociado en el secundario es enorme: unos 500.000 millones al mes, tanto como toda la deuda pública de España a largo plazo. O en otras palabras, el mismo bono se vende y se compra unas doce veces al año. Obviamente los que hacen esto no son inversores, son traders. Este volumen aumenta mucho en tiempos de incertidumbre y volatilidad. En los dos últimos años (2009 a 2011) se ha multiplicado casi por tres, desde 190.000 millones al mes a 500.000…. Y sigue creciendo. Estos señores son los que fijan la prima de riesgo de España
En el mercado secundario de deuda se venden y se compran los bonos que ya están en circulación. En este mercado actúan los traders: hedge funds, pension funds internacionales, bancos españoles y extranjeros, etc. Los traders se dedican a comprar los bonos hoy para venderlos mañana o en unos minutos. No los compran para quedárselos a largo plazo. En este mercado se compran bonos con vencimientos de 2 a 30 años, pero la mayoría de la negociación (más del 50%) se centra en el bono a 10 años. Los traders no prestan ni un duro al Tesoro español, sólo compran y venden.
Cuando hay presión vendedora de bonos, el precio del bono cae y la rentabilidad que piden los compradores sube. Eso hace que la prima de riesgo suba. Una prima de riesgo subiendo provoca miedo y otros inversores y/o traders se apuntan a vender y así entramos en el círculo vicioso de una prima de riesgo cada vez más alta. Para colmo, está permitido el vender bonos que no tienes (venta a crédito o posición corta) con lo que la presión vendedora puede llegar a ser enorme, en plan estampida imparable que se lleva todo por delante.
Cuando se dice “los inversores desconfían de España y piden rentabilidades más altas para prestar”, habitualmente no es cierto. Sí lo es en el mercado secundario y por parte de los traders. Pero ya hemos visto que los traders no prestan nada. Sólo compran y venden. Sí es cierta la expresión “los mercados, es decir los traders, desconfían de España”.
Lo malo de este mercado secundario no es sólo que introduce mucho miedo en la economía real. Lo malo es que induce también al mercado primario. Si los tipos en el secundario están al 7%, los inversores que realmente prestan pedirán algo próximo al 7%, pues pueden comprar bonos en el mercado secundario en lugar del primario y obtener una rentabilidad al 7%.
El volumen negociado en el secundario es enorme: unos 500.000 millones al mes, tanto como toda la deuda pública de España a largo plazo. O en otras palabras, el mismo bono se vende y se compra unas doce veces al año. Obviamente los que hacen esto no son inversores, son traders. Este volumen aumenta mucho en tiempos de incertidumbre y volatilidad. En los dos últimos años (2009 a 2011) se ha multiplicado casi por tres, desde 190.000 millones al mes a 500.000…. Y sigue creciendo. Estos señores son los que fijan la prima de riesgo de España
© Eduardo Martínez Abascal. Doctor en Economía y Administración de Empresas por la Universidad de Barcelona y Máster en Administración de Empresas por el IESE-Universidad de Navarra. También ha sido profesor visitante en la Sloan School of Management en el Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT). Es escritor, articulista de prensa, asesor de empresas
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