Una de las obras maestras indiscutibles de John Ford, y canto de amor a Irlanda, la tierra de sus ancestros. Cuenta el regreso a tierras irlandesas del ex boxeador Sean Thornton, que desea dejar atrás su traumático pasado en Estados Unidos, y establecerse así en Inisfree, el lugar de los orígenes familiares, para vivir en paz. Enseguida echa el ojo a una temperamental pelirroja, Mary Kate Danaher, con quien querría casarse, pero las diferencias con su hermano Will por cuestiones de tierras parecen abocar al fracaso las posibilidades de que tal matrimonio se celebre algún día.
El inimitable Ford sabe dotar su historia de una importante carga sentimental, sin hacerse en ningún momento cargante ni empalagoso. Su profundo y suave sentido del humor se hace presente en mil y un detalles, subrayados por el narrador, el católico padre Lonergan (perfecto Ward Bond), que mantiene una cordial rivalidad con el pastor anglicano. Son memorables la escena de amor en la vieja capilla una noche de lluviosa tormenta, y las peleas, especialmente la que tiene lugar en el prado. Y hay momentos realmente divertidos, como cuando el personaje de Michaleen Oge Flynn exclama: "¡Homérico!" tras echar un vistazo a la casa de Thornton... Durante todo el film, Ford homenajea la vida familiar, hogareña hasta el extremo, pintándola de modo idílico, pero aportando también buenas dosis de realidad. John Wayne y Maureen O'Hara hicieron una pareja magnífica, y John Ford ganó justamente el Oscar al mejor director; y además del premio a la fotografía, el film recabó otras cinco nominaciones a la estatuilla dorada.
Año: 1952
Director: John Ford
Actores: John Wayne, Maureen O'hara, Barry Fitzgerald, Ward Bond.
Guión: Franl S Nugent
Música: Victor Young